Monday, September 26, 2022

ORILLA

      El lino de mis velas cede, y hasta hoy, no viento débil o fuerte me ha puesto de proa a la costa. He vuelto unas pocas veces a lo largo de los años,y a pesar de que fui feliz y tuve fruto, no quiero otra hamaca ni otra cama que aquella que se mece en el viento.

        Pero hoy he visto una orilla cálida y pedregosa. Me ha acunado en un vientre con olor a hierbaluisa. Con unos brazos gráciles y elusivos, he vuelto a sentirme inesperadamente en casa. o en algo que debería ser casa, si supiera exactamente lo que es eso.

 


 

      Orilla. Puerto. Lumbre. Alimento. Un si envuelto en una mirada. Un deseo urgente de volver. Esas piedras que hicieron sangrar mis talones al salir del agua ahora me invocan desde el ardor de la sal. Una crepitación, una rama seca quebrándose en el fuego azul de dos antorchas.

      No sé cuántas semanas, cuántos meses, cuántos años. No sé si llegué tarde o demasiado temprano.  Debería ser suficiente haber contemplado la tarde desde tu brisa. Debería dejar de ser deseo y convertirme en orilla.