Tuesday, November 15, 2022

La ira del necio

        La última referencia de tu grafía. De la curva de tus eles. De la inconfundible muleta globosa de tu R, que yo también llevo -a mi manera-. Tu carta ha estado conmigo por veintiséis años. No tengo que leerla, sólo tengo que encontrarla. He comprado unas velas negras, como indica Jodorowsky en su recetario. He desoído todos tus consejos, salvo el de persistir. Usas la palabra cristalizar, tú que has marcado mis mejillas con tus cenizas, con surcos más profundos que cualquier despedida, que cualquier ya no puedo articular, que cualquier siempre estaré contigo, que cualquier no le rompas el corazón a tu madre.
              No he ido a verte. No creo que lo haga ya nunca. Estoy lejos. 
      Estoy bien, ya sabes. Tan bien como puede estar alguien que busca el abracadabra abracadabrante en las ruedas de una motocicleta o en una frase tan anónima como desafortunada. Feliz cumpleaños.


AHAB

I choose my words
I have my sword
and my pain
I have traveled ten thousand miles
to meet my fate
and my chest is full with pristine hate
Ahab is one of my names
and I will have my chance again






Sunday, October 16, 2022

Marmosa

 Ahora que no vuelves,
Charlie Melnik,
Mi viejo, mi antiguo
Compañero;
Cuando ni la marea más alta
Cubre esta sombra
De pena.
Los caminos cerrados, old cap,
Los caminos cerrados

Luis Hernandez

 


la aurora llega

mi barco llega

la luna llega

y tú no llegas

un arco insomne cruza ese cielo tan familiar y a veces tan 

cielo

la marmosa , que tiene cara de enloquecida, pero va muy tranquila/

lleva a sus crías a sitio seguro/ esa cueva calentita bajo la tierra




mi pulso me acompaña

me alimento del brillo del cuarto menguante

y tu puerta esta entreabierta para una luz que no es la mía

mi centro existe

mi fuego esta aqui/ y hoy me destruye a mi

Charlie Melnick esta cabalgando su propio arco iris

Charlie Melnick no esta en la playa hoy

y no me va a decir hacia dónde correr para evitar la gran ola

hoy cruzo de nuevo hacia el oeste

que algun pequeño dios canalla me ha asignado

soy un trámite/tan sólo un trámite

y yo, que tengo un rostro muy tranquilo, pero voy enloquecido

llevo mi querer a puerto inseguro cada vez 

que alzo la mirada para buscar en el borde de la noche

una canción

un arbol con pie para el descanso

un pedal para el olvido




Monday, September 26, 2022

ORILLA

      El lino de mis velas cede, y hasta hoy, no viento débil o fuerte me ha puesto de proa a la costa. He vuelto unas pocas veces a lo largo de los años,y a pesar de que fui feliz y tuve fruto, no quiero otra hamaca ni otra cama que aquella que se mece en el viento.

        Pero hoy he visto una orilla cálida y pedregosa. Me ha acunado en un vientre con olor a hierbaluisa. Con unos brazos gráciles y elusivos, he vuelto a sentirme inesperadamente en casa. o en algo que debería ser casa, si supiera exactamente lo que es eso.

 


 

      Orilla. Puerto. Lumbre. Alimento. Un si envuelto en una mirada. Un deseo urgente de volver. Esas piedras que hicieron sangrar mis talones al salir del agua ahora me invocan desde el ardor de la sal. Una crepitación, una rama seca quebrándose en el fuego azul de dos antorchas.

      No sé cuántas semanas, cuántos meses, cuántos años. No sé si llegué tarde o demasiado temprano.  Debería ser suficiente haber contemplado la tarde desde tu brisa. Debería dejar de ser deseo y convertirme en orilla.


Tuesday, January 25, 2022

VOLANDO A CIEGAS


                Mi piel es negra, incluso bajo mi pelaje. Mis falanges se han extendido y sus membranas me mantienen abrazando el aire con intermitencia. Discurro sin ruido cerca de ti, oigo tu voz y veo los cruces de miradas de los que se sientan a tus faldas. Contemplo extrañado tus trampas, sus cuchicheos y pico a algunos de ellos para que no se aburran. Para que sepan que no estan solos.

Sé lo que soy para ti.  Es imposible que sonrías si me ves pasar, incluso cuando toco el agua que corre a tu lado y me elevo, incluso cuando soy feliz. Estoy comiendo mis anacardos y Shapshiko sopla despreocupado a través de ese túnel de aire que tanto le divierte hacer cuando titi baja de su rama. Soy parte de la luz y de la profundidad de campo, aunque viva en las sombras y te obsesiones conmigo a cada crepitar de hojas de otoño. Soy sólo una criatura. Me alimento del néctar de las flores crepusculares y a veces duermo en tus brazos, pero para tí soy sólo el otro, el que no es como tú. 

 


 

Estoy en tu mundo pero habito el mío. Estos días son confusos, porque necesito acercar mi selva a tu montaña. He perdido el sentido de los límites y ya no sé si los anacardos son de mis dominios o del tuyo. Si son regalos para mi, o si sólo han caido de tus ramas involuntariamente. Yo he llevado pétalos a tu territorio y te he cantado como los mios saben hacer....aún sabiendo que tú no podrías escuchar. Pero hay días, en que pareciera que me escuchas. Otros días sólo parece ser el retorno de mis propios mensajes, ya sabes cómo medimos las distancias en mi casa.

Vuelo a ciegas estos dias, como siempre, pero como nunca. Agradezco tu sombra pero necesito saber. Háblame. 




Monday, January 10, 2022

LORATADINA

            Soy un raccoon. Voy por ahi persiguiendo olores. A veces me desplazo unos cientos de kilómetros. Otras veces me pierdo por calles cercanas. Desde que recupero y pierdo la esperanza de sweetheart  a mi lado  (agregada a una súbita llovizna, yo me entiendo), mis pesquisas han perdido su otrora lujuria para permearse de un inefable apetito por la búsqueda de mensajes escondidos. Como antes a los olores, ahora busco pistas, mensajes, claves, direcciones, convencido ya para siempre de que la casualidad es sólo un barbarismo por causalidad.

 

Y asi, una noche de patrulla, llego a una dirección riesgosa. Un frontón azul con una niña sosteniendo una manzana, de unos 20 metros de anchura. El número equivocado, las señas confusas incluso para mí, procyónido acostumbrado a moverme entre rutas inciertas y señales difusas.

El portón del edificio se abre sin ningún mensaje de bienvenida. Un timbre monótono, una conversación en forma de murmullos pero con cambios de entonación que podrían pensarse reproches.

La puerta se abre, pesada pero no montada sobre los goznes  (fue un tema de conversación luego). Una luz amarilla ilumina el pasadizo, combinada con el reflejo de los rojos y naranjas del fondo. Ella tiene una sonrisa helada y unas cejas arqueadas, tatuadas en sus frontales. Un cráneo hermoso, dolicocéfalo, simétrico, poblado de rizos negrísimos, como una Medusa granaína. Una sonrisa perfecta de dientes rectangulares. Dedos larguísimos, casi increíbles. El meñique más largo que he visto en mi vida. Ensayé a poner mi meñique de raccoon cerca al suyo para calcular la proporción. El doble, como mínimo. Apenas podía percibir su aliento. 

 


 

Entré en su sala, llena de objetos fáciles de pasar por alto, excepto por dos platos de piedra tallada, que parecían erizos del tipo dólar de mar , que me miraban fijamente desde el estante, exactamente como la mirada de una lechuza: simétricos y de profundas pupilas. Profundas y cósmicas como los ojos de Muerte. A un lado, la foto del hermano muerto, ahogado hace poco más de un año. Al otro lado, la foto de un gato, muerto una semana después de la muerte del hermano.

Ella me hace un recuento de todos sus padecimientos, sin variar en absoluto el tono alegre y siniestro de su sonrisa helada. Artrosis, pancreatitis, enterocolitis, peritonitis, abandono, exultación, evaluación rápida de mis características físicas e historia personal. Muerte, entonces, decreta

"No es justo que yo acumule todos los males y tu no tengas ningun padecimiento"

Antes que el sopor y la repentina alergia  (3 gatos no-muertos en casa, además de un angel guardián, asumo que algun tipo de querubín, pero no controlo esas taxonomías)  me invadieran, Thanatos produjo en mis manos una pastilla de Loratadina y me dijo: tomate eso ahora mismo. Alguna reprimenda, excusas muy educadas, dos peliculas de terror, y la desaparición repentina de mi voz, fueron los argumentos válidos para abandonar su nido, unas 3 horas más tarde. Lo que se comentó esa noche queda guardado en papel, muy cerca del horno, en mi madriguera.

 Luego de eso recuerdo haber cruzado la noche, muerto de frio, pero sobre todo de terror, rumbo a casa. Nadie sabe que soy alérgico a la Loratadina.