Friday, December 20, 2019

No me pongas la cancion que me gusta (o la sensacion de constante aclaramiento)

 Digamos que eres un muchacho, que una noche azul de neblina sales a la ciudad. para encontrar diariamente lo inencontrable. Digamos que los vidrios burilados y el aserrín de los bares te llaman a la quietud. Y vas solo, infinitamente solo. Pero llevas contigo una flor que es extraña. La flor de lo que jamás fue tuyo: muchas veces el Amor es lejano. 

 Luis Hernandez



      Debí haberme dado cuenta con lo del ratoncillo . Rascaba todas las noches el laton del horno, detrás de la cocina, probablemente porque ahi estaba mas calentito. Estaba anidando. Compraste una de esas trampas Tomahawk que sirven para que el animalito caiga indemne. Lo atrapaste y lo llevaste al otro lado del rio. Por supuesto, a los dos o tres dias tenias otro ratoncillo en la cocina (o tal vez el mismo). Luego te encontré dandole el biberon a unos gatitos que los vecinos se habian encontrado. Cada gesto era tan inútil y a la vez tan diligente. Insondable al pragmatismo. Resoluto e ingenuo. Pequeños actos de fé que estas noches de lluvia copiosa me hacen el camino de vuelta a casa màs duro.




       Llueve otra vez . Como casi todas las noches que hablamos. Vuelvo esta noche a casa empapado, magullado y vulversé. No  hay ningun mensaje  solicitando informacion sobre si llegue bien, o si voy a recordar lo acordado- La noche es azul de neblina o de tormenta . Soy disciplinado y el mañana no existe y nuestros mundos corren paralelos pero no se van a volver a entrecruzar mas que para lo estrictamente necesario. No tengo tiempo mas que para las cosas buenas, porque vivo en un tiempo prestado, y tengo dos o tres misiones mas en la vida que estaria muy bien completar -vamos... Pero no puedo dejar de atravesar una sola noche de  lluvia sin querer ser ese raton aunque sea una vez más. Y eso es y será la lluvia para mi ahora, de ahora en adelante. Hasta el ultimo dia.